¡Hola de nuevo a
todos!
En
esta nueva entrada de blog me gustaría hacer una reflexión sobre mi práctica
educativa. Para ello analizaré tres aspectos que considero básicos a la hora de
tener en cuenta:
·
Aspectos a mejorar.
·
Obstáculos que me encuentro.
·
Aspectos positivos.
En un
primer lugar comenzaré reflexionando sobre aquellos aspectos que considero
importante mejorar.
1. Optimización del tiempo y de los recursos. En muchas
ocasiones nos quejamos de la falta de tiempo para sacar adelante el trabajo.
Desde mi punto de vista sí que disponemos de ese tiempo solamente que tenemos
que aprender a sacarle provecho. Lo mismo pasa con los recursos. Hoy en día,
los docentes disponemos de cuentos de recursos de los que podemos valernos para
hacer nuestras clases más dinámicas e interesantes. La utilización de estos
recursos requiere de tiempo para aprender a usarlos y para valorar su utilidad
o no. Es en este momento cuando preferimos continuar con lo que ya está hecho
por simple comodidad. Creo que es importante dar ese paso al cambio metodológico
y adentrarnos en nuevas aventuras, aunque no siempre consigamos los resultados
esperados.
2. Más proyectos en el aula. Sabemos que el aprendizaje basado en proyectos está dando muy buenos
resultados y resuelta muy interesante y motivador para nuestro alumnado. Pero
en ocasiones, dar ese impulso y cambiar nuestra manera de trabajar nos da miedo
puesto que nos sentimos vulnerables hacia lo desconocido. Creo que ha llegado
el momento de dar un paso hacia adelante y cambiar nuestra forma de entender y
ver la educación.
3. Aprendizaje significativo. Que nuestros alumnos relacionen la
información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas
informaciones en este proceso debe ser nuestro objetivo. Conseguirlo no siempre
es fácil pero creo que merece la pena apostar por ello.
4. Mejorar el sistema de evaluación. La evaluación sigue
siendo el tema pendiente de muchos maestros. Hemos decidido apostar por un
cambio metodológico que consideremos que es más beneficioso para nuestro
alumnado. Sin embargo, hemos dejado la importancia de la evaluación a un lado.
Se continua evaluando de la manera más tradicional sin tener en cuenta que ese
cambio metodológico está pidiendo que se revise y transforme el sistema de
evaluación, estableciendo unos criterios e indicadores claros, concisos y que
contemplen las necesidades de todo nuestro alumnado.
5. Mayor comunicación entre todos los agentes que forman la Comunidad
Educativa. La comunicación no siempre es todo lo efectiva que debería ser y
muchas veces se quedan muchas cosas por el camino. Considero vital, encontrar
cauces y vías de comunicación que faciliten la cooperación y colaboración de
las familias en el aula para conseguir mejores resultados.
En segundo lugar, reflexionaré sobre los obstáculos a
los que debo hacer frente en mí día a día. Los he querido representar de
la siguiente manera:
1. Reticencia al cambio. Muchos docentes no se sienten preparados para dar el salto a lo
nuevo, a los cambios, a la nueva forma de entender la educación. Estos miedos
hacen que en ocasiones el profesorado se sienta dividido entre los que están a
favor del cambio y los que están en contra. Considero que para que las cosas
funcionen todo el equipo tiene que ir a una y ayudarnos los unos a los otros.
2. Falta de formación. Este aspecto considero que está ampliamente relacionado con el
anterior puesto que muchos docentes no se sienten cómodos en el cambio metodológico
porque alegan falta de formación. No se ven capacitados puesto que no se les ha
dado la formación necesaria para adaptarse y entender estos cambios. Cuando el
profesorado está formado y sabe qué es lo que tiene que hacer es mucho más fácil.
3. Equipo no cohesionado. Tal y como he dicho antes, no todo el equipo docente sigue el
mismo camino. Si el equipo no está cohesionado y se va resquebrajando poco a
poco es más difícil conseguir los objetivos propuestos. Es importante dedicar
tiempo a trabajar en grupos para que el trabajo salga delante de la mejor
manera posible.
4. Mala gestión del tiempo. No siempre hacemos un buen uso del tiempo dedicado al trabajo y
perdemos mucho tiempo en otras cuestiones que no lo precisan. Hemos de aprender
a gestionar de la mejor manera el tiempo del que disponemos tanto dentro, como
fuera del aula.
Por último, me gustaría hacer una breve reflexión sobre
todo aquello que me gusta de mi trabajo:
·
Alumnado motivado
·
Innovación
·
Diversidad en el
aula
·
Ganas de aprender
·
Trabajar con
personas.
Sin duda, uno de los aspectos que más me
gusta de mi trabajo es trabajar con personas. Disfruta muchísimo enseñando y acompañando
a todos mis alumnos. Disfruto viendo como mis alumnos se entusiasman y cómo
disfrutan con cada una de las cosas que llevo al aula. Es cierto que no siempre
es fácil, pero nadie dijo que lo fuera. Desde luego me quedo con las frases de
agradecimiento y cariño que mis alumnos me regalan cada día. Me gusta apostar
por la innovación en el aula porque entiendo que es la mejor manera de
presentar los contenidos. Ninguno de mis alumnos es igual a otro compañero,
todos son diferentes y esas diferencias son las que hacen que la realidad de mi
aula sea rica, variada y única. Adoro escuchar las mentes de mis alumnos
pensar, crear, construir… disfruto cuando están tan motivados que les da pena
tener que dejar la actividad para otro momento. Cuando escucho la mente de mis
alumnos hablar y pensar es cuando me doy cuenta de que todo mi trabajo ha
valido, y mucho la pena.
Antes de cerrar esta entrada de blog me gustaría invitaros a que visualicéis este Powtoon que he creado donde recojo toda esta reflexión de una manera más breve, original y llamativa. Espero que la disfrutéis y que compartáis conmigo cuáles son las realidades de vuestras aulas.
¡Hasta la próxima!
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