domingo, 18 de marzo de 2018

La realidad de mi aula.


¡Hola de nuevo a todos!

En esta nueva entrada de blog me gustaría hacer una reflexión sobre mi práctica educativa. Para ello analizaré tres aspectos que considero básicos a la hora de tener en cuenta:

·         Aspectos a mejorar.
·         Obstáculos que me encuentro.
·         Aspectos positivos.

En un primer lugar comenzaré reflexionando sobre aquellos aspectos que considero importante mejorar.

1.      Optimización del tiempo y de los recursos. En muchas ocasiones nos quejamos de la falta de tiempo para sacar adelante el trabajo. Desde mi punto de vista sí que disponemos de ese tiempo solamente que tenemos que aprender a sacarle provecho. Lo mismo pasa con los recursos. Hoy en día, los docentes disponemos de cuentos de recursos de los que podemos valernos para hacer nuestras clases más dinámicas e interesantes. La utilización de estos recursos requiere de tiempo para aprender a usarlos y para valorar su utilidad o no. Es en este momento cuando preferimos continuar con lo que ya está hecho por simple comodidad. Creo que es importante dar ese paso al cambio metodológico y adentrarnos en nuevas aventuras, aunque no siempre consigamos los resultados esperados.

2.      Más proyectos en el aula. Sabemos que el aprendizaje basado en proyectos está dando muy buenos resultados y resuelta muy interesante y motivador para nuestro alumnado. Pero en ocasiones, dar ese impulso y cambiar nuestra manera de trabajar nos da miedo puesto que nos sentimos vulnerables hacia lo desconocido. Creo que ha llegado el momento de dar un paso hacia adelante y cambiar nuestra forma de entender y ver la educación.

3.      Aprendizaje significativo. Que nuestros alumnos relacionen la información nueva con la que ya posee; reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso debe ser nuestro objetivo. Conseguirlo no siempre es fácil pero creo que merece la pena apostar por ello.

4.      Mejorar el sistema de evaluación. La evaluación sigue siendo el tema pendiente de muchos maestros. Hemos decidido apostar por un cambio metodológico que consideremos que es más beneficioso para nuestro alumnado. Sin embargo, hemos dejado la importancia de la evaluación a un lado. Se continua evaluando de la manera más tradicional sin tener en cuenta que ese cambio metodológico está pidiendo que se revise y transforme el sistema de evaluación, estableciendo unos criterios e indicadores claros, concisos y que contemplen las necesidades de todo nuestro alumnado.  

5.      Mayor comunicación entre todos los agentes que forman la Comunidad Educativa. La comunicación no siempre es todo lo efectiva que debería ser y muchas veces se quedan muchas cosas por el camino. Considero vital, encontrar cauces y vías de comunicación que faciliten la cooperación y colaboración de las familias en el aula para conseguir mejores resultados.

En segundo lugar, reflexionaré sobre los obstáculos a los que debo hacer frente en mí día a día. Los he querido representar de la  siguiente manera:

1.      Reticencia al cambio. Muchos docentes no se sienten preparados para dar el salto a lo nuevo, a los cambios, a la nueva forma de entender la educación. Estos miedos hacen que en ocasiones el profesorado se sienta dividido entre los que están a favor del cambio y los que están en contra. Considero que para que las cosas funcionen todo el equipo tiene que ir a una y ayudarnos los unos a los otros.                    

2.      Falta de formación. Este aspecto considero que está ampliamente relacionado con el anterior puesto que muchos docentes no se sienten cómodos en el cambio metodológico porque alegan falta de formación. No se ven capacitados puesto que no se les ha dado la formación necesaria para adaptarse y entender estos cambios. Cuando el profesorado está formado y sabe qué es lo que tiene que hacer es mucho más fácil.

3.      Equipo no cohesionado. Tal y como he dicho antes, no todo el equipo docente sigue el mismo camino. Si el equipo no está cohesionado y se va resquebrajando poco a poco es más difícil conseguir los objetivos propuestos. Es importante dedicar tiempo a trabajar en grupos para que el trabajo salga delante de la mejor manera posible.

4.      Mala gestión del tiempo. No siempre hacemos un buen uso del tiempo dedicado al trabajo y perdemos mucho tiempo en otras cuestiones que no lo precisan. Hemos de aprender a gestionar de la mejor manera el tiempo del que disponemos tanto dentro, como fuera del aula.


Por último, me gustaría hacer una breve reflexión sobre todo aquello que me gusta de mi trabajo:

·         Alumnado motivado
·         Innovación
·         Diversidad en el aula
·         Ganas de aprender
·         Trabajar con personas.
Sin duda, uno de los aspectos que más me gusta de mi trabajo es trabajar con personas. Disfruta muchísimo enseñando y acompañando a todos mis alumnos. Disfruto viendo como mis alumnos se entusiasman y cómo disfrutan con cada una de las cosas que llevo al aula. Es cierto que no siempre es fácil, pero nadie dijo que lo fuera. Desde luego me quedo con las frases de agradecimiento y cariño que mis alumnos me regalan cada día. Me gusta apostar por la innovación en el aula porque entiendo que es la mejor manera de presentar los contenidos. Ninguno de mis alumnos es igual a otro compañero, todos son diferentes y esas diferencias son las que hacen que la realidad de mi aula sea rica, variada y única. Adoro escuchar las mentes de mis alumnos pensar, crear, construir… disfruto cuando están tan motivados que les da pena tener que dejar la actividad para otro momento. Cuando escucho la mente de mis alumnos hablar y pensar es cuando me doy cuenta de que todo mi trabajo ha valido, y mucho la pena. 

Antes de cerrar esta entrada de blog me gustaría invitaros a que visualicéis este Powtoon que he creado donde recojo toda esta reflexión de una manera más breve, original y llamativa. Espero que la disfrutéis y que compartáis conmigo cuáles son las realidades de vuestras aulas. 


¡Hasta la próxima! 


No hay comentarios:

Publicar un comentario